El reflejo fotomotor se utiliza para diagnosticar si existe una lesión en el nervio óptico pero…

¿Qué es el reflejo fotomotor? ¿Por qué se cierra la pupila con la luz?

La pupila es un orificio circular en el centro del iris que se abre y se cierra gracias a dos músculos:

  • Esfinter del iris: cuando se contrae cierra la pupila, y esto ocurre gracias al estímulo que viene desde el cerebro a través del nervio craneal III.
  • Dilatador del iris: es el encargado de abrir la pupila gracias a la estimulación del cerebro a través de lo que se denomina vía simpática. Es por lo que en estado de alerta o miedo la pupila se dilata.

El reflejo fotomotor hace que la pupila se cierre con la luz gracias a la contracción del esfínter de la pupila y que se abra en la oscuridad gracias a la relajación de ese músculo al no recibir ningún estímulo

¿Cómo funciona?

Un estímulo luminoso llega al ojo y en la retina se transforma, mediante una reacción química, en un estímulo eléctrico que se transmitirá por el nervio óptico y las vías visuales hasta el cerebro. Un dato muy importante a recordar es que los nervios ópticos se entrecruzan en el quiasma haciendo, por ejemplo, que la información del ojo derecho llegue tanto a la parte derecha del cerebro como a la izquierda.

Así pues, y una vez el estímulo es recibido, el cerebro manda la orden de cierre de la pupila al III nervio craneal derecho e izquierdo, que son los encargados de llevarla a ambos ojos. Por eso, cuando se estimula con la luz un único ojo se cierran por igual las dos pupilas.

El cierre de la pupila del mismo ojo que recibe la luz se llama Reflejo Fotomotor Directo y el cierre de la pupila del ojo contrario al que recibe la luz es denominado Reflejo Fotomotor Consensual.

En casos de lesión en el nervio óptico, cuando se ilumina el ojo donde está el nervio óptico lesionado, como éste no puede conducir el estímulo hasta el cerebro, no se cierra ninguna de las dos pupilas.

Sin embargo, cuando se ilumina el ojo del nervio óptico sano se cierran las dos pupilas.

La exploración de este reflejo es muy útil para diagnosticar la lesión de un nervio óptico en pacientes que por su edad (bebés), estado general (inconscientes, traumatismos severos) o grado de colaboración (retraso psíquico) no son capaces de informar que han perdido la visión de un ojo.