La enfermería del siglo XXI tiene grandes retos, tanto en el progreso científico como en el tecnológico, que influyen en el desarrollo de la enfermería. Los profesionales de enfermería oftalmológica no somos ajenos a esta realidad.

La enfermería oftalmológica

Se basa en tener conocimientos formativos especializados en oftalmología, tanto en los aspectos médicos y quirúrgicos como en los propios de los cuidados de enfermería (orientados a la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud oftalmológica).

Formación continuada

Orientada a mejorar la calidad del proceso asistencial y a garantizar la seguridad del usuario. Y es que el enfermero forma parte de un equipo multidisciplinar e interdisciplinar de una especialidad en continuo desarrollo científico y tecnológico.

Competencias

Éstas no sólo se centran en trabajar y conocer las enfermedades oculares. El enfermero también tendrá en sus manos una gran cantidad de instrumental especializado, como angiografos, OCTs, HRTs, campimetros, sinoptóforos y otros instrumentos de alta tecnología, que requieren de un continuo aprendizaje.

¡No podemos perder las nociones básicas/humanas de la enfermería! Corremos el riesgo de que tan alta tecnificación nos impida ver más allá de nuestras pantallas de ordenador, de pasarnos el día pendientes de parámetros, monitorizaciones y todo el conjunto de datos y herramientas, que no son mas que eso: herramientas.

La investigación es otro punto importante, ya que contribuye de gran manera a establecer un fundamento científico para la práctica en la atención de la salud.

El quirófano

La enfermería oftalmológica no se reduce únicamente a la catarata. Hay una diversidad de cirugías relacionadas con la oftalmología como vitrectomias, cirugía de glaucoma, oculoplastias, trasplantes de córnea o cirugía de estrabismo, que hace que la enfermera de quirófano esté siempre alerta, aprendiendo nuevas técnicas y estando al día de los nuevos cuidados quirúrgicos (de la misma manera que la enfermera clínica debe estar al día de las posibles complicaciones y sus tratamientos).

Tomografía de coherencia óptica

La Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) es una prueba que ha revolucionado la exploración en la oftalmología, ya que gracias a ella podemos conseguir imágenes a tiempo real de los tejidos vivos con una resolución milimétrica. La OCT es una exploración oftalmológica que, dependiendo del lugar de trabajo, puede ser realizada tanto por un enfermero como por un oftalmólogo. Sin embargo, el diagnóstico siempre debe darlo el oftalmólogo.

La utilización del equipo no es compleja, pero se deben tener nociones de la anatomía ocular y sus patologías más frecuentes. En la tomografía de coherencia óptica también puede intervenir un optometrista, pero consideramos que es una prueba más indicada a la enfermería, ya que se considera que el enfermero está plenamente adiestrado para poder elegir el mejor protocolo para el tipo de patología y su diagnóstico.

Colaboración

Desde hace años ya se están realizando cursos que permiten que los enfermeros puedan colaborar como expertos en la realización de pruebas oftalmológicas como la tomografía de coherencia óptica, la retinografía no midriática o los campos visuales. De hecho, las retinografías no midriáticas para screening de retinopatía diabética las realiza exclusivamente la enfermería en las áreas básicas de salud. Además, actualmente es bastante común en casi todos los centros que los enfermeros realicen otras pruebas a las comentadas anteriormente, como angiografías fluoresceinicas, GDX, biometrías, tests de hess-lancasterretinografías, sinoptóforos, tests de estereopsis, tests de colores o los potenciales evocados visuales.

En definitiva, el uso de los instrumentos especializados más avanzados es una de las competencias del enfermero oftalmológico, que requiere de un continuo aprendizaje y que nos convierte en verdaderos expertos en este campo. Sin embargo, frente al manejo de estos avances en las pruebas oftalmológicas, no podemos perder las nociones básicas y humanas de la enfermería.